Tendinitis: La repetición de un gesto o la sobrecarga puede hacer que la zona del tendón sufra ciertas alteraciones y se inflame debido al sobreesfuerzo. Para no sufrir esta lesión es fundamental realizar un trabajo de calentamiento, centrándote en la parte del cuerpo que va a hacer el esfuerzo. El objetivo es que los tendones sean más elásticos y de esa manera, que aguanten la intensidad del ejercicio sin que lleguen a lesionarse. El tratamiento con frío reduce la inflamación y produce analgesia, así que es aconsejable que en un estado agudo se reduzca la actividad lesiva y se aplique esta técnica.
Dolor de espalda: Cuando trabajamos duramente un grupo muscular o hacemos ejercicios como el peso muerto, es harto probable que se produzcan dolores de espalda. El caso es que pueden ser momentáneos debido al esfuerzo, pero si se trata de algo más grave, puede extenderse en el tiempo e incluso necesitar tratamiento médico y reposo. Para evitarlos, es fundamental mantener una higiene postural correcta al levantar el peso. Puede ser positivo mirarnos en un espejo para concienciarnos de que estamos haciendo correctamente el ejercicio.