La postura del pretzel sabe aún más rica que el aperitivo, sobre todo si te centras en la fricción y pruebas una penetración en círculos
Estamos seguros de que en una o varias de estas posturas, inspiradas por las enseñanzas de este autor, encontrarás el Santo Grial que os hará disfrutar a la vez. Ojo: nos referimos a que, a la vez que tú disfrutes, ella llegue al orgasmo. Buscar que el orgasmo en sí sea simultáneo es demasiado arriesgado cuando hay problemas. Recuerda: las damas primero. Y las pecadoras lascivas, lo mismo.
El pretzel
¿Conoces esos aperitivos salados alemanes en forma de lazo?
Esta postura sabe aún más rica, sobre todo si te centras en la fricción y te olvidas del ‘metesaca’ convencional por un rato. Ella se tumba boca arriba y tú te aproximas de lado hacia ella. Ella separa las piernas y os entrelazáis, introduciendo tu pierna superior entre las suyas. Así rozarás el clítoris con la parte interior del muslo que has puesto sobre él.