Hay que ser conscientes que las bebidas isotónicas no son bebidas para todas las personas. Contienen numerosos aditivos químicos y azúcares no necesarios para personas que mantienen una vida sedentaria. Su ingesta sin ninguna actividad física detrás es contraproducente ya que aquello que ingerimos se convierte en calorías innecesarias para el organismo.
Para que os hagáis una idea, medio litro de bebida isotónica equivale a entre 5 y 8 cucharadas de azúcar. Para Tim Noake, profesor de la Universidad de Ciudad del Cabo, las bebidas isotónicas “son una bomba de azúcar, que pueden ser útiles para atletas de élite pero no para los aficionados al ejercicio”.
La ingesta indebida de bebidas isotónicas puede ser muy perjudicial para niños, adolescentes y deportistas no profesionales si se produce el efecto placebo. Dichas bebidas rehidratantes o deportivas pueden perjudicar levemente a los riñones ya que se ha ingerido una dosis extra de minerales. Pero los problemas de salud no acaban aquí ya que también se pueden tener arritmias cardíacas y acumulación de líquidos.