2) Capacidad para gestionar el talento: estos líderes saben retener el talento de sus dirigidos, otorgándoles nuevas responsabilidades y retos. De esta forma hacen que se sientan importantes dentro de la organización. La buena gestión del talento es una poderosa fuente de motivación, por lo que el líder que la sepa administrar logrará sus objetivos.
3) Pensar en clave internacional: en nuestro mundo actual, aquellos líderes que carezcan de visión global y no sepan trabajar con equipos y ambientes multiculturales, han dejado de ser líderes.
4) Gestionar las emociones: los buenos líderes predicarán con el ejemplo, pero luego de haber logrado que la inteligencia emocional se instale en su equipo. ¿Cómo?; con escucha activa, asertividad, empatía e implicación de los colaboradores, entre otros logros.
5) No limitarse al rendimiento de su área: apostar más bien por un rendimiento global. Comprender el contexto general de la compañía y plantearse objetivos que contribuyan al crecimiento de otras áreas es una forma indiscutible de afianzarse como líder.