Charles Bukowski, el “viejo indecente“, era un conocido alcohólico que, sin embargo, supo convertir esa adicción en materia de su literatura; os compartimos 10 fragmentos de su obra que así lo atestiguan.
Charles Bukowski es un autor muy popular y que ha generado siempre fuertes controversias sobre su obra y su persona. La fama de su personalidad, fomentada sobre todo por su irreverencia hacia las normas del buen comportamiento y la moral contenciosa del establishment y el statu quo, lo convirtieron en un escritor atractivo, en especial para los jóvenes, para aquellos que despiertan al mundo preguntándose por qué las cosas que son así no pueden ser de otra manera.
Si Bukowski es reconocido como un gran escritor se debe, de inicio, a su habilidad misma, su talento con el lenguaje, pero también a que supo dar ese paso más allá, ese paso hacia el abismo, esa última decisión que requiere un texto para convertirse en literatura: en su caso, hacer ver que esta es posible aun en medio de la podredumbre y la miseria, material y espiritualmente hablando, que estas, sin dejar de ser tales, sin dejar de ser humanamente intolerables, son también otra de las materias con la que los sueños están hechos.