Videojuegos y superhéroes son, a priori, dos conceptos que deberían casar a la perfección. Por temática, desarrollo y la acción que contienen, los cómics de Batman, Superman, Spiderman y compañía tendrían que contar con adaptaciones para consolas que figuraran en las listas de mejores juegos de la historia.
[pullquote]En octubre llega ‘Batman: Arkham Knight’, que completará la excelente trilogía de Rocksteady sobre el hombre murciélago[/pullquote]Sin embargo, extrañamente, hasta el año 2009 no fue así. A pesar de haberse producido una ingente cantidad de juegos, ninguno de ellos se recordaba con ese poso de nostalgia que dejan los que, por uno u otro motivo, destacan sobre los demás.
Pero, como decíamos, llegó el año 2009 y Rocksteady, una desarrolladora británica, dejó a todo el mundo con la boca abierta con el lanzamiento de Batman: Arkham Asylum.
Aprovechando el impulso que Christopher Nolan le había dado al personaje en el cine un año antes con el lanzamiento de Batman Begins (que asimismo se basaba en los comics de Frank Miller) y cogiendo de ambos el tono oscuro y lóbrego, mucho más adulto que lo visto hasta la fecha, los chicos de Rocksteady facturaron un juego que se situó en poco tiempo entre los mejores juegos del año y, por supuesto, se alzó con el título de mejor juego de superhéroes de la historia.