Es cierto que la proporción de colesterol en este alimento es alta (550 mg. por cada 100 gr.) y que su contenido en grasas también es destacable (de ahí su mala fama), pero es importante saber que estas grasas son en su gran mayoría insaturadas (beneficiosas).
Los estudios más recientes insisten en que el colesterol que contiene la yema huevo no provoca un aumento significativo del colesterol en sangre en una persona sana que lleve una dieta variada. La principal causa del colesterol alto es el consumo excesivo de grasas saturadas (escasas en el huevo).
En consecuencia, si no hay prescripción médica contraria, tomar 5 o 6 huevos a la semana, si te apetece, es una excelente opción para conseguir la proteína que tus músculos demandan.