Una lógica más cercana al surrealismo que a la cordura, un sentido del humor descacharrante y el clásico sistema de verbos y “point and click” fueron las señas de identidad comunes a todos los lanzamientos de la factoría Lucas, que se convirtió por derecho propio en la reina de la época.
Paralelamente y a posteriori, otras compañías intentaron, con mayor o menor éxito, subirse al carro de las aventuras gráficas con títulos tan encomiables como Myst, Broken Sword o Heart of China, mientras que en España, Péndulo Studios lanzaban la más que correcta Hollywood Monsters, deudora de los clásicos de Lucasfilms.
Pero llegó la revolución tecnológica, y con ella nuevos campos a explorar y nuevas posibilidades en cuanto a jugabilidad que dejaron el desarrollo de aventuras de corte clásico en la estacada. El sistema de juego seguiría integrado en otros géneros, pero la acción y el frenesí iban dejando a un lado a la lógica y al razonamiento, mientras que las nuevas generaciones de usuarios demandaban nuevas experiencias.