Además de la saga King’s Quest (que cuenta ya con siete entregas, la última de las cuales no se considera ya una aventura gráfica), Sierra es la creadora también de otros clásicos del género como Space Quest, Police Quest o Leisure Suit Larry, cuyo argumento subido de tono y su enfoque para adultos lo convirtió en un éxito instantáneo.
Pero fue Lucasfilms Games (filial de la productora del cineasta George Lucas, hoy denominada Lucasarts) la que llevó el género a cotas estratosféricas entre finales de los 80 y principios de los 90.
Ron Gilbert, programador de Lucasfilms Games, desarrolló un sistema a medio camino entre un lenguaje y un motor para el desarrollo de videojuegos llamado SCUMM (Script Creation Utility for Maniac Mansion) que se convertiría en el santo y seña de la compañía.
Además, sería la base para la creación de algunas de las más brillantes obras maestras que se recuerdan; a saber, Maniac Mansion (1987 y para el cual fue creado SCUMM), Indiana Jones y la última cruzada (1989), la saga Monkey Island (cuyos dos primeros títulos, de 1990 y 1991, son considerados el súmmum del género y a la que debe muchísimo la saga cinematográfica de Piratas del Caribe), Loom (1990), Sam and Max hit the road (1993) y un larguísimo etcétera.