La base de esta sustancia es el ácido desoxicólico y la técnica de aplicación (las microinyecciones) son el método que hace posible que actúe de manera directa sobre la grasa acumulada.
Por supuesto, este avanzado tratamiento médico estético requiere la consulta previa con el especialista, que estudiará tu caso concreto determinando el número de sesiones necesarias para obtener los resultados deseados. La intralipoterapia está indicada cuando la grasa se concentra en puntos concretos no demasiado extensos. Como media general, son necesarias un mínimo de tres sesiones con un intervalo entre ellas de unas tres semanas.
Entre sus ventajas destaca que es una técnica no quirúrgica y que las molestias posteriores suelen limitarse a un ligero escozor y/o enrojecimiento de la zona durante las horas posteriores al tratamiento. La técnica no está indicada para personas con enfermedades coronarias o con problemas relacionados con la coagulación.
Si el médico lo aconseja, la intralipoterapia puede completarse con tratamientos de ultracavitación para obtener óptimos resultados en menos tiempo, de manera que la grasa acumulada —¡por fin!— deje de ser un problema.
