Brad Bushman, autor principal del estudio, atribuye estos resultados a que el autocontrol necesario para hacer frente a la ira consume mucha energía, que llega precisamente de la glucosa.
Brad Bushman, autor principal del estudio, atribuye estos resultados a que el autocontrol necesario para hacer frente a la ira consume mucha energía, que llega precisamente de la glucosa.