Algunos expertos coinciden en que la clave para ser feliz en el trabajo consiste, en primer lugar, en que estés haciendo lo que te guste, y estés en el sitio correcto. Pero, aunque haya mucho de verdad en esto, éstas no son las únicas premisas para conseguir la felicidad en el trabajo. De lo que no cabe duda es que cuando se consigue, las fortalezas están al máximo, aumenta el rendimiento, y hay pasión y disfrute en las tareas.
Cuando se es feliz en el trabajo se puede lidiar con los momentos difíciles, se puede escuchar activamente, hablar sin temor, liderar de forma efectiva, y hasta influir en las decisiones de los que nos rodean. Además, se mantiene una actitud positiva, se crean nuevas relaciones, se aumentan las ventas, y se incrementa la cartera de clientes.
Teniendo en cuenta que la felicidad laboral llega sola cuando nos predisponemos a sacar todo nuestro potencial, señalaremos algunos aspectos que nos ayudarán a conseguirla:
- Comienza el día sin reniegos, con una actitud positiva. Agradece las cosas buenas que tienes, y concéntrate en las potencialidades de tu personal, compañeros y clientes.
- Tener siempre presente que la felicidad es una elección, es decir, no proviene de las circunstancias, depende de nosotros.
- Aprende a proteger tu felicidad estableciendo límites. No digas sí cuando quieres decir no, y a la inversa. Date permiso para actuar de acuerdo a lo que consideres mejor en cada situación particular.
- Mira hacia delante y borra los recuerdos negativos del pasado
- Rodéate de compañeros y colaboradores con actitud proactiva y positiva.
- Alterna tu trabajo con actividades que aumenten tu energía, y huye de los ladrones de la misma.
Te preguntarás cuáles son los beneficios prácticos de trasladar la felicidad al trabajo. Científicamente, nada menos que 7-10 años de vida más que los infelices.