El mar es tan tranquilo como un lago transparente, lo que nos invita a navegar, darnos placenteros baños en sus aguas, y descubrir el impactante fondo marino a pocos metros de la arena.
En Praslin se encuentra el mayor casino de las islas, y un café museo exclusivo donde se expone la producción artística del arte local.
Asimismo, por mar, podremos acogernos a las excursiones que nos llevarán a recorrer las islas más importantes de las Seychelles, es decir, como auténticos exploradores: islas con playas vírgenes y reservas protegidas de flora y fauna única en el mundo, tanto en la superficie como bajo el agua.
Si decidimos emprender unas vacaciones fuera de lo convencional, descubrir un pueblo poco masivo, pacífico, hospitalario, al margen del mundo que conocemos, de la tecnología, pero rodeado de las maravillas naturales más sobrecogedoras, en las Seychelles es posible que percibamos otro universo.