La edad, un estado de ánimo
Existen personas de 20 años encerrados en un cuerpo de 80, y al revés. Así lo afirman psicoterapeutas como Marissa Peer, que sostiene que cada pensamiento libera unas sustancias químicas que provocan que el cuerpo reaccione y se comporte acorde a esos pensamientos. Si queremos retrasar los procesos del envejecimiento, la meditación nos puede ayudar a sentirnos más jóvenes, enérgicos y alegres.
Si sientes que se te han echado los años encima deja la amargura de lado y abraza de nuevo el baúl de los recuerdos positivos. Si dejas de pensar en un pasado pisado tendrás la energía suficiente para andar de nuevo y dejar huellas sobre un futuro más tranquilo. Siente la alegría de aprovechar lo que tienes a tu alrededor. Sigues vivo, muévete.
Tras tantas experiencias vividas crees ya haber sentido todos los sentimientos por sentir y esa anticipación provoca pereza a la hora de ponerte en marcha y encaminar una actividad. No te dejes convencer por la pasividad, hay quien daría todo por vivir uno, tres o diez años más. El 90% de los ancianos se arrepienten de no haber arriesgado por aquella idea, negocio o persona.