¿De todos los programas en los que ha aparecido, cuál diría que es el programa de su vida? ¿Por qué?
Indiscutiblemente ‘Crónicas Marcianas’. Está siempre ahí. Este año no sólo yo cumplo 50 años, sino que se cumplen 10 años del final de ‘Crónicas Marcianas’ y todos los días tengo que, de alguna manera u otra, responder a alguna pregunta por ‘Crónicas Marcianas’.
¿Qué cree que le ha dado la televisión a usted y viceversa?
Una magnífica colección de cuadros, zapatos y de trajes. Y yo le he dado a la televisión muy buenos momentos, muy buenos vestuarios y una sensación de que tienen algo que coleccionar.
¿Qué queda del Boris Izaguirre de ‘Crónicas Marcianas’?
La piel que, afortunadamente, sigue estando igual.
¿Cuáles son sus hobbies y aficiones?
No tengo hobbies, pero sí aficiones. Mi mayor afición es conocer gente. Es la única cosa que realmente me mantiene alerta.
Defina a Boris Izaguirre como persona y como lo definirían sus amigos.