El sexo Karezza se ha convertido en la nueva moda en la cama. Se trata de una práctica cuyo objetivo es fortalecer el amor y la relación de pareja mediante un acercamiento afectivo, no a través del orgasmo.
Su nombre proviene de carezza (caricia en italiano) y es un método que se sitúa dentro de los esquemas del sexo tántrico. Consiste en hacer el amor dejando atrás la única pretensión de alcanzar el punto de no retorno. De esta forma, el sexo es mucho más tranquilo, suave y tierno. No existen las prisas ni los impulsos.
La diferencia con el Tantra radica en que Karezza puede incluir (además de las caricias) la penetración, el sexo oral, el petting o cualquier otra práctica que se os ocurra. Es tan imaginativo y libre como la pareja desee, pero siempre evitando una excitación excesiva, que conduciría inequívocamente al orgasmo.
Este método se recomienda a parejas estables, pues ayuda a mantener la chispa que se pierde con el paso de los años. La culpable de ello es la oxitocina, la hormona del amor, de la que se libera una mayor cantidad cuando se hace el amor de una manera más afectiva que propiamente sexual.