La primera versión se parecía a un dispositivo médico, hecho de silicona dura. En la segunda versión lanzada a finales del 2015, Berman se asoció con una empresa alemana
de juguetes sexuales. Fue rebautizado con el nombre de POP, y cuesta entre 130 y 245$. Según su creadora es más barato y placentero que acudir aun centro de
reproducción asistida y sin duda es un método de inseminación artificial innovador.
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