Pronto se dieron cuenta que el nervio que estaban estimulando con las descargas, el nervio tibial, está conectado al ciático. Este recorre desde el pie hasta la pelvis, y su estimulación aumenta el suministro de sangre y, por tanto, la excitación. Los investigadores aseguran que no se trata de una descarga eléctrica dolorosa, si no más bien de un hormigueo.
Cuando llegaron a esta conclusión los investigadores decidieron cambiar el sentido de sus indagaciones y empezaron a centrarse en su vertiente ‘sexológica’. Uno de los aspectos más llamativos con los que se encontraron en las primeras pruebas es que una sesión de media hora a la semana sería suficiente para garantizar una mejora sustancial en las relaciones sexuales a siete días vista.
Los responsables del proyecto están convencidos de que la ‘viagra femenina’ será una realidad de aquí bien poco. Y lo mejor es que el deseo sexual volverá sin la necesidad de utilizar un fármaco, solo una pequeña descarga eléctrica que actuará como una ‘viagra natural’.