Un ejemplo rápido sobre este tema pueden ser algunas bebidas vegetales: si miramos la etiqueta, en estos casos la cantidad de alimento vegetal suele ser muy baja y, sin embargo, el segundo ingrediente listado (que encontramos en grandes cantidades en el producto) suele ser el azúcar. En este caso sería buena idea buscar otra marca cuyos ingredientes sean más interesantes para nuestra alimentación.
Al hablar del valor nutricional del producto que tenemos ente manos, conviene que no contenga demasiados azúcares añadidos ni sal, y que realice un buen aporte de fibra. Cuidado con los avales de las sociedades científicas: no son garantía de que un producto sea saludable.
Con estas indicaciones esperamos que quede más claro qué es lo que debemos buscar en una etiqueta nutricional antes de comprar un producto.
Y vosotros, ¿leéis las etiquetas nutricionales?
Fuente: Vitonica