Pueden llegar a ser muy graves si no son tratadas a tiempo o de forma correcta. Existen otras infecciones en el hombre menos frecuentes como las orquitis, epidimitis y orquiepididimitis (inflamación de los testículos y/o de los epidídimos), las uretritis (inflamación de la uretra) que pueden presentarse en personas de cualquier edad, y también las pielonefritis, que comprometen a los riñones, con molestias en la zona lumbar”, describe el especialista Rijo.
“Existen factores constitucionales, anatómicos y hereditarios que no podemos cambiar, y que nos pueden tocar a cualquiera. Algunas enfermedades, además de las prostáticas, también pueden predisponer a las infecciones como la diabetes, los cálculos urinarios, la esclerosis múltiple, las neoplasias que requieren quimioterapia, la insuficiencia renal crónica, entre otras», indica Burgués.
Cuidado con las relaciones esporádicas
La prevención de las infecciones de orina no se limita a la recomendación general de beber dos litros de agua al día para orinar mucho y ejercer efecto de arrastre de bacterias. Nunca hay que aguantar las ganas, mejor orinar cada dos o tres horas. La revisión de próstata a partir de los 45 años favorece el diagnóstico precoz de los problemas prostáticos y a su pronto tratamiento, evitando problemas posteriores como el de las infecciones urinarias.