Estos signos aparecen sin previo aviso y se producen en la mayor parte de los casos por bacterias intestinales que penetran desde los márgenes del ano hasta la vejiga, representan la segunda causa de infección fuera del medio hospitalario tras las de tipo respiratorio, y se sitúa en el primer puesto de las causas de infección en el ámbito hospitalario.
A diferencia de las mujeres, en las cuales la mayor parte de las infecciones urinarias son de tipo cistitis —comprometiendo sobre todo la vejiga—, en el hombre todas las infecciones urinarias se consideran complicadas debido a la anatomía.
La infección en el varón mayor jubilado y sin familia, señala Francisco Camarelles, médico de familia y miembro del grupo de Educación Sanitaria y Promoción de la Salud del Programa de Actividades Preventivas y Promoción de la Salud (PAPPS) de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria, «pasa seguramente mucho más desapercibida. En los jóvenes las infecciones son muy infrecuentes, excepto en homosexuales que tienen el riesgo aumentado. A partir de los 65 años la prevalencia se invierte, siendo las infecciones más frecuentes en los varones debido a los problemas prostáticos fundamentalmente”.