Los resultados del estudio confirman que la impotencia sexual juvenil es un fenómeno habitual, no solo relacionado con el paso de la edad. La disfunción eréctil es una patología tratable, que con el seguimiento médico adecuado, puede solucionarse con éxito. El problema reside muchas veces en la vergüenza al reconocer esta incapacidad. Quizá saber que se trata de una enfermedad frecuente ayuda a su completa normalización.