De los 439 hombres con problemas de impotencia sexual, 114 (el 26%) eran menores de 40 años. Este grupo presentó niveles más altos de testosterona en sangre que las personas mayores, pero también un porcentaje de DE grave más alto: un 48,8% frente a un 40%.
Las causas relacionadas con la disfunción eréctil pueden ser orgánicas o psicológicas. Estas últimas, debidas a factores emocionales como el estrés, la ansiedad o la inseguridad, suelen ser achacadas a la impotencia juvenil, pero lo cierto es que hay otros elementos orgánicos detrás de ella.
El estudio del doctor Capogrosso confirmó que el tabaco y las drogas son factores de riesgo para la aparición de la DE. Los menores de 40 años examinados fumaban o consumían otro tipo de sustancias adictivas.
La obesidad y otras enfermedades, como las cardiovasculares o la diabetes, también han de ser tenidas en cuenta. Un 9,6% de los jóvenes examinados en Italia tenía alguna enfermedad relacionada con la DE, mientras en el grupo de los mayores, el porcentaje ascendía al 41,7%.