Los clientes de Ikea en la localidad noruega de Slependen se han visto sorprendidos al toparse con un módulo que reproduce las condiciones de vida de los refugiados sirios.
Los visitantes se encuentran en medio del recorrido con una habitación que lleva por nombre 25 metros cuadrados de Siria. La realidad es que se trata de una réplica de la casa que habita en Damasco una mujer, que responde al nombre de Rana, y nueve miembros más de su familia.
Una vez dentro, el visitante puede ver las características etiquetas que la empresa sueca pone en cada uno de sus productos, pero lejos de encontrarse la descripción con las medidas y el precio de los pocos enseres que hay -unos pequeños cuadros con fotos familiares, unas mantas, unos peluches y poco más…- lo que puede ver son historias que cuentan las carencias diarias que tiene la población siria, por ejemplo de alimentos o de servicios médicos. Se trata en realidad de una campaña de sensibilización puesta en marcha junto con la Cruz Roja Noruega y elaborada por la agencia de publicidad POL.