El espray mágico
Según el estudio holandés del que hablábamos al inicio, ni la utilización de condones ni el hecho de que el hombre esté, o no, circuncidado parece que tenga resultados significativos por lo que respecta a la duración.
Existen, sin embargo, aerosoles con lidocaína específicamente dirigidos a retardar la eyaculación. Dichos productos se tienen que aplicar sobre el miembro unos minutos antes de entrar en acción. Los esprays insensibilizan la zona sobre la que se pulverizan, rebajando la sensación. Esta práctica resulta controvertida y no todos los expertos la apoyan, ya que el objetivo primordial de un encuentro sexual debería ser el placer.
Según un estudio llevado a cabo por el propio Kerner, los esprays con lidocaina aumentaban de manera significativa el tiempo que el hombre aguantaba en la cama. El experto recomienda probarlo antes con la masturbación para valorar cuantas pulverizaciones (una, dos o tres) pueden funcionar mejor, dependiendo de la persona. Además de los esprays existen cremas retardantes que utilizan el mismo compuesto.