Controla los miniorgasmos
Practica la masturbación hasta llegar al límite del momento de la eyaculación, sin pasar de ahí. Es la técnica conocida como «comenzar-parar».
El orgasmo masculino se compone de dos fases: la primera en la que el semen se carga en la uretra, y la eyaculación propiamente dicha. Experimenta esta sensación derivada de las pequeñas contracciones que se dan en la pelvis, pero sin llegar nunca a eyacular. Conseguir llevar a cabo este método durante una relación es algo más complicado, pero con un poco de práctica no es difícil de conseguir.
Usa tu miembro como si fuera un consolador
Los juguetes sexuales están pensados para adaptarse a la fisonomía de la mujer y se puede aprender mucho de ellos.
Aunque parezca obvio, no está mal recordar que el pene no solo sirve para penetrar. Invita a tu chica a juegue con él como si tuviera un vibrador. Te sorprenderá lo que ella puede hacer.
Se pueden practicar también posiciones en las que haya un gran contacto, pero sin penetración propiamente dicha. En el caso de que esta se realice, existen posturas con las que el hombre puede sentir un grado de estimulación no muy alto y experimentar con ellas para que el encuentro dure más.