El desfile de puñaladas traperas en esta segunda temporada es de los que marca época, no se deja títere con cabeza. Pero además, y lo que resulta más interesante, a través de diversos hechos que se van sucediendo a lo largo de los capítulos vamos conociendo de forma tangencial pequeños relatos del pasado de la pareja protagonista que nos ayudan a comprender un poco mejor su complicada relación y su particular manera de entender la vida.
Otro de los puntos interesantes de esta nueva temporada es el papel protagonista que adquiere un personaje que en la primera temporada quedaba en un segundo plano y que se nos torna uno de los puntales de esta segunda hornada de capítulos. Doug Stamper, el sibilino e imperturbable ayudante de Frank nos muestra todas y cada una de sus debilidades y construye a su alrededor un personaje verdaderamente diferente al de la primera temporada, con más sombras que luces.
