Pero eso no era lo interesante. Más llamativo aún resultaba el hecho de que el 23% de los hombres se quejaba de que el sexo se terminase demasiado pronto, mientras que tan solo el 15% de las mujeres manifestaba lo mismo. La moraleja es clara: la duración es más importante para ellos que para ellas, aunque piensen lo contrario. 19 minutos, entre unas cosas y otras, es una buena duración para el 52% de los encuestados.
¡Buenas noticias!
A estas alturas ya sabemos que el tamaño (de las agujas del cronómetro) no importa, pero si queremos quedarnos tranquilos, no está mal echarle un vistazo final a pasadas estadísticas. ¿Por qué? Porque nos muestran que hemos mejorado, y mucho. El veterano Alfred Kinsey explicaba en ‘Sexual Behavior in the Human Male’, publicado en 1948, que “el 75% de los hombres eyaculaba en menos de dos minutos después de la penetración al menos la mitad de las veces”.