Los resultados encajaban bastante bien en la clasificación realizada en el estudio anterior. La duración “deseada” abarcaba entre los 7 y los 13 minutos, mientras que la adecuada iba de 3 a 7. Si duraban más o menos, hay problemas, tanto para ellas como para ellos, que pueden sufrir eyaculación precoz u otros problemas que retarden el orgasmo. No llegar a los tres minutos era “muy corto” y pasarse de los 10 minutos era considerado “demasiado”. En otras palabras, la norma se encuentra entre unos 3 y 13 minutos; es decir, una cantidad de tiempo muy similar a la de la mayoría de los hombres según el estudio canadiense.
Las encuestas informales señalan en una dirección similar. Hace apenas unos meses que Lovehoney, una tienda de aparatos sexuales británicas, le preguntó a 4.400 de sus clientes por sus costumbres y sus deseos. La duración media se encontraba en 19 minutos, aunque tenía truco: 10 de ellos se destinaban a los preliminares y el IELT, como hemos señalado, solo contabiliza entre la penetración y la eyaculación. Aun así, por encima de la media que hemos presentado antes.