¿En qué consiste el tratamiento? Aunque cada maestrillo tiene su librillo, lo más común es combinar la terapia cognitiva conductual, tanto individual como en grupo, para ayudar al paciente a controlar sus impulsos, con el asesoramiento sexológico y algunos fármacos, como los parches antitestosterona o pastillas para calmar la ansiedad.
No obstante, los especialistas admiten que todavía se conoce muy poco sobre cómo el cerebro reacciona ante un trastorno de hipersexualidad. «Parece que hay estudios neurobiológicos que apuntan a que podría haber algún tipo de disfunción de los neurotransmisores -dopamina y del sistema opiáceo- que daría lugar a algún tipo de síndrome de la recompensa insuficiente», indica la doctora Abenoza. Pero tal y como recuerda, se trata de un campo «históricamente controvertido», en el que apenas se está empezando a investigar.
Fuente: El Mundo