Independientemente del porcentaje de grasa corporal con el que partamos inicialmente, para conseguir el objetivo será necesario emplear unos seis meses de entrenamiento de adaptación (como mínimo, pudiéndose ampliar hasta un año) que nos permita aprender la técnica, la cadencia y las frecuencias apropiadas, así como a manejar diferentes intensidades y volúmenes de trabajo.
Durante este período de adaptación no solo conseguiremos perder grasa corporal almacenada inicialmente, sino que entraremos en un proceso paulatino de ganancia muscular, siempre siguiendo una dieta normocalórica equilibrada.
Período de adaptación superado: caminando hacia la etapa de volumen
Una vez hayamos hecho esta etapa de aprendizaje de seis meses/ un año, que nos va a servir como toma de contacto, lo normal es que nos centremos en comenzar el período de volumen ya que aun no tendremos el músculo suficiente como para definir.
En esta etapa lo que deberemos de seguir será una dieta hipercalórica en la que metamos un 10%-20% más de nuestra tasa metabólica, calculando primero nuestro metabolismo y aplicando la tasa de actividad correspondiente para cada individuo.