Está excitada. Lo notas por la erección de su clítoris y el enrojecimiento de la zona. Comienza besando y lamiendo la parte más exterior de la vagina, lentamente y deteniéndote en cada zona, hasta llegar a los labios menores. Todo de forma suave: ¡La clave de un buen cunnilingus está en la delicadeza! Ser demasiado agresivo al principio puede provocarle dolor.
Esto es lo que pasa especialmente con el clítoris, la zona más sensible de la mujer. Estimular el punto C es la forma más rápida de que llegue al orgasmo, sin embargo hay que hacerlo con extremada cautela y sin pasarse. Centrarse solo en el clítoris es también un error, puede resultarle monótono o incluso molesto. Truco: Rodea el glande con la lengua puntualmente y sigue lamiendo su vagina. Ni mucho, ni poco.
Porque todo el rato lo mismo, aburre. Varía los movimientos de tu lengua y ve aumentando progresivamente la presión y la velocidad. Empieza de un lado a otro, sigue con movimientos circulares y continúa lamiendo de arriba a abajo y viceversa. Hay también quien utiliza la técnica de las letras del alfabeto, o sea «dibujar» con la lengua las letras del alfabeto de la A a la Z.