Los científicos explican que cuando las células grasas sufren este tipo de estrés, pierden su capacidad de almacenar el exceso de calorías. Como resultado, estas calorías se almacenan como grasa alrededor de órganos importantes, como el hígado y el corazón, y esto se asocia con numerosos problemas de salud, como enfermedades cardíacas y diabetes tipo 2.
Lamentablemente, los estudios han demostrado que la fibrosis del tejido graso puede hacer que sea más difícil para las personas perder peso. Pero esto no significa que la cicatrización haga que la pérdida de peso sea imposible.
Agregar alguna actividad regular a una ingesta de energía algo reducida durante un período más prolongado hace posible la pérdida de peso y ayuda al tejido graso a no sobrecargarse aún más. Hacer esto mejora nuestra azúcar en la sangre y es clave en el control de la diabetes.
Los hallazgos del equipo indican que apuntar a la molécula LOX podría ser una forma de prevenir la fibrosis de las células grasas y posiblemente facilitar la pérdida de peso, pero se necesitan más estudios para confirmar esta teoría.