Un motivo fue omnipresente durante toda la colección de Louis Vuitton: el logo del artista y diseñador Christopher Nemeth, que refleja la estructura de un tejido de calada. «Creo que Christopher Nemeth es, junto a Vivienne Westwood, uno de los diseñadores británicos más influyentes de la historia» afirmaba Kim Jones en el backstage. El director de la división masculina de la casa presentó así un homenaje a este creador, famoso por representar en sus obras de arte todo aquello que tuviera que ver con la costura.
Hilos, botones y agujas decoraban algunas de las prendas, todas en tonos neutros y de estética bastante casual. En cuanto a formas, dos elementos dominantes: pantalones tobilleros y ceñidos, de corte bastante alto, y abrigos de lana por encima de la rodilla.
En la maison Valentino, los diseñadores Maria Grazia Chiuri y Pierpaolo Piccioli volvieron a repetir esa fórmula maestra que tantos triunfos les está dando. Una inspiración artística, a caballo entre los ballets rusos de Diaghilev y los Color Fields modernistas, que da sus frutos bajo las figuras geométricas de la artista Esther Stewart, que colaboró con la firma en los estampados. La colección otoño/invierno 2015-2016 acabó siendo algo entre retro y futurista, muy de los años 60, con colores pastelosos y apagados, y donde primaba la excelencia en los materiales.