Gimnasio inteligente

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A menudo, lo que cambia somos nosotros y nuestra manera de ver las cosas, en lugar del entorno. Recuerda cuando te compraste el coche ¿no te parecía que había muchísimos más coches en la carretera como el tuyo?  ¿Y las embarazadas? ¡Empiezas a ver más embarazadas por la calle! El mundo y tu alrededor no han cambiado, pero sí tu atención y tus prioridades. El cerebro inconscientemente sólo observa aquello que tú conscientemente has decidido prestar más atención.

Vemos lo que pensamos, vemos lo que somos, vemos lo que sentimos. Si yo soy pesimista, veré crisis. Si soy optimista veré oportunidad. Las embarazas ven embarazadas. Cuando compramos un coche nuevo, vemos más coches como el nuestro. Estamos preparados para la observación. Antes desconocíamos esa información. Y tal embarazada, o tal coche, no nos era un estímulo lo suficientemente elevado para superar nuestro umbral de percepción y detenernos a mostrarle atención.

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