Nadie corría por las calles como ahora, sólo los más osados salían en pantalón corto y camiseta de publicidad diversa a correr por la calle. Tres tallas más grandes, así eran las camisetas de promoción, de algodón suave y desgastado que nunca pasaban de moda. Ropa cómoda para correr sin importar la velocidad del viento y la incidencia de la luz en nuestra piel.
El fin de semana nuestros padres jugaban al frontón en el pueblo. Ahora compiten por las marcas de las diferentes maratones por Europa. De hecho, ¿alguien más allá de la generación ‘xennial’ sabe lo que es un frontón?
¿Qué ha pasado para que todo cambie tanto?
Fuente: As.com