Cabe destacar que Samsung ya dispone de un catálogo amplio de tabletas que van desde las siete a las doce pulgadas, pero la Pro de Microsoft y la Air de Apple exigían un nuevo producto con prestaciones y tecnología de gama superior.
De igual modo, los objetivos comerciales de los fabricantes son distintos, y de esta forma podrían repartirse el mercado, partiendo de sus intenciones al momento de llegar al público. Mientras Microsoft se inclina por la creación de tabletas con un fin de productividad, Samsung busca convencer con tecnología punta aplicada al consumo y, sobre todo, al contenido.
Representantes de la compañía dejaron patente estas intenciones al afirmar que la pantalla del nuevo Tab S es el alma del aparato, puesto que ofrece al usuario una experiencia de entretenimiento como no lo hace ninguna otra. El nivel de visionado y los colores forman parte de un rango superior a la hora de despertar las emociones de los consumidores.