¿Quién no odia las horas punta? Atascos en las carreteras, aglomeraciones en trenes y autobuses… El Ministerio de Transporte de Francia cree haber encontrado una solución al respecto: pagar a todos aquellos que acudan al trabajo en bicicleta.
Por cada kilómetro que el trabajador recorra en bici, éste cobrará una paga de 0,21 euros. Por tanto, aquellos que vivan más lejos de su lugar de empleo recibirán una mayor compensación económica por su esfuerzo.
Todos aquellos franceses que se animen a convertirse en ciclistas verán incrementado su bolsillo, no solo por este sueldo extra, sino por el ahorro en combustible y/o transporte público. Y no nos olvidemos del ejercicio que se hace montando en bicicleta, que nunca está de más. Por cada 20 minutos se queman aproximadamente 100 calorías.
A ver si el gobierno español se apunta la propuesta que, además de evitar atascos a la entrada y salida del trabajo, es una buena medida para la protección del medio ambiente. Aunque los sistemas de bicicleta pública han aumentado por toda España y el uso de la bicicleta en la movilidad urbana es cada vez más frecuente, aún queda mucho trabajo por hacer hasta igualar a países como Holanda o Dinamarca.
