La espalda es la estructura que mantiene tu cuerpo erguido y en equilibrio. Gracias a su musculatura podemos mantenernos de pie con la cabeza bien alta. Está bien que te preocupes por tener unos brazos fuertes y un abdomen definido, pero una espalda tonificada te mejorará la salud postural y el bienestar físico.
Te proponemos cuatro consejos para que ensanches y fortalezcas tu espalda:
- Juega en el gimnasio. Es decir, varía de ejercicios, cambia de rutina y el número de repeticiones. Si eres principiante coge menos peso y haz más repeticiones -3 series de 15 repeticiones -. A medida que vayas creciendo disminuye el número de repeticiones y aumenta el peso -3 series de 6 a 8 repeticiones -.
- Combina. Compagina el entrenamiento de espalda con otro grupo muscular pequeño como puede ser el tríceps o el bíceps. Intenta no juntar en una misma sesión músculos grandes porque requerirás un aporte mayor de energía.
- Domina la espalda. ¡Dominada! Es el ejercicio más potente para fortalecer la musculatura posterior del tronco. Si eres novato empieza por máquinas estáticas como polea tras nuca o polea al pecho. Poco a poco irás progresando y cogiendo masa muscular. ¡Anímate a desarrollar tu espalda!
- ¡Sal del gimnasio! No tienes por qué encerrarte en el gimnasio para tener una espalda marcada. Ten la mente abierta y haz ejercicio al aire libre. Salir a nadar al mar o a la piscina te generará más endorfinas y estimularás, además de la espalda, muchos otros grupos musculares.
Una cintura estrecha con una espalda y hombros anchos resulta algo muy varonil y atractivo. Además una espalda débil y atrofiada será un punto crítico para fuertes molestias y dolores que te pueden apartar del ejercicio o del trabajo.