Entre la cuantiosa oferta que existe, el inglés continúa siendo el idioma –posiblemente por la exigencia laboral- que más adeptos moviliza. Por ello, para los que no estén dispuestos a romper con los moldes, la mejor elección según los expertos, es trasladarse unas semanas a un país anglosajón, con el fin de incorporar conocimientos sobre el idioma desde la práctica.
Reconociendo que pueden presentarse múltiples dificultades para concretar dicha recomendación, el plan B ideal para aquellos que no tengan esta posibilidad, es involucrarse en un programa consistente y garantizado de inmersión lingüística. Quizá no necesites subirte a un avión para disfrutar del verano, y a la vez, sentirte formado y seguro para enfrentar el permanente desafío laboral que tendrás que enfrentar en poco más de un mes.