El nivel de innovación que ha reservado Ford para su Edge versión europea, queda patente con la desmultiplicación variable en la dirección asistida. Con ella, la conducción se vuelve en buena medida, “inteligente”.
Según se conduzca en ciudad o en carretera, la tecnología de desmultiplicación adecúa el tacto al volante para que la respuesta al tipo de conducción sea extremadamente precisa.