La realidad es que Arnold Schwarzenegger golpeó cada grupo muscular con una intensidad sin igual, y por ello se le considera como el mejor culturista de la historia. Sin embargo, sus tremendos brazos eran un caso aparte, aunque cuidase al máximo todo su físico. Cuando se trataba de construir sus bíceps y tríceps, usó su cerebro e instinto tanto como su fuerza. Aconseja a todos los que aspiran a un desarrollo similar a hacer lo mismo. Los siguientes son algunos de los principales principios que aplicó para armar el entrenamiento.
Así entrenaba Arnold los brazos
Para lograr equilibrio, proporción, tamaño y forma en los brazos, es necesario trabajar todos los músculos del brazo con la misma intensidad. Dividir los músculos individuales de los brazos en categorías separadas. Aquí es donde la planificación de la rutina de entrenamiento del brazo es de suma importancia.
Aunque Arnold abogó por entrenar bíceps, tríceps y antebrazos con la misma intensidad, también le gusta llamar la atención sobre el hecho de que los tríceps son el grupo muscular más grande y complejo de la parte superior del brazo. Los bíceps tienen dos cabezas, mientras que los tríceps tienen tres. Por ello, Arnold sugería ver el bíceps como un tercio del brazo y el tríceps como los dos tercios más importantes a desarrollar: “es posible ocultar tus bíceps en algunas poses, es casi imposible ocultar tus tríceps”, decía.