Antes de tener que visitar al fisioterapeuta o algo peor, asegúrate de que ejecutas a la perfección los ejercicios que haces en el gimnasio o te arrepentirás.
Es muy común ver a personas en el gimnasio ejecutando mal los ejercicios: este es un trabajo que deben corregir los entrenadores personales o, si no tienes uno, los monitores de sala, ya que (en teoría) son las personas formadas para hacernos entender cómo debemos realizar un entrenamiento. Sin embargo, entre que algunos usan más peso del que deben o realizan posturas arcaicas, más de uno tiene que visitar al fisioterapeuta de manera frecuente…o algo peor. ¿Cuáles son, por tanto, las lesiones más frecuentes a las que nos podemos tener que enfrentar alguna vez en nuestra vida si vamos al gimnasio?
Contracturas: una tensión excesiva…un mal gesto y ¡zas! puede aparecer una contracción involuntaria del músculo o grupo de fibras implicado que denominamos contractura, que no es grave en sí misma pero puede llegar a ser ciertamente molesta. Lo más recomendable para evitar este tipo de lesión es la prevención. Un buen calentamiento, una buena alimentación, un buen estiramiento y una buena progresión en el entrenamiento son algunas de las claves que nos permitirán evitarlas.