Sin duda, lo peor de su trabajo eran los clientes irrespetuosos que trataban de estirar los límites que habían establecido antes de la sesión. “No sucedía a menudo, pero cuando pasó fue una experiencia degradante y me hizo preguntarme por qué trabajaba allí”.
Ella asegura que convertirse en la señora Scarlett le enseñó a aprovechar y abrazar su poder como mujer. Y a no tener miedo a alzar su voz. Ahora feministas como la senadora demócrata por Massachusetts Elizabeth Warren han alabado las lecciones que se extraen de sus páginas: «Olvídate de ’50 sombras de Grey’, Jenny Nordbak tiene una historia post-graduación mucho más intrigante. Mientras ella comparte su vida como la señora Scarlett, proporciona una visión muy interesante de la sexualidad humana”.
Fuente: El Confidencial