Lo mismo ocurre en el lateral, donde los aletines y las grandes salidas de aire son lo predominante y, finalmente, detrás, vemos cómo en Ferrari han querido crear un efecto aerodinámico similar al de un alerón pero sin crear un alerón completo, creando dos grandes aletines que, junto con el difusor trasero, proporcionan todo el apoyo necesario a las ruedas traseras.
Todo este diseño exterior se traduce en que el FXX K produce un 50% más de carga aerodinámica en una configuración de baja resistencia y un 30% más de “downforce” en la configuración más agresiva. Si convertimos todo esto en cifras, hablamos de una carga aerodinámica de 540 kg cuando se circula a 200 km/h, lo que es más del doble de lo que produce el LaFerrari, que son 230 kg a esa misma velocidad.
El Ferrari FXX K además equipa unos neumáticos slick de Pirelli que disponen de sensores que monitorizan las fuerzas laterales y longitudinales, la aceleración centrípeta así como temperatura y la presión.
