- Sufrir alguna disfunción cognitiva, aunque sea leve, nos genera un riesgo 10 veces superior de enfermar de alzheimer o sufrir demencia vascular.
- Niveles altos de colesterol e hipertensión arterial.
- Predominancia de radicales libres que causan deterioro cognitivo y físico.
Numerosos estudios se ponen de acuerdo en que la alimentación ocupa un lugar fundamental sobre el deterioro cognitivo y que ésta protagoniza la aptitud de nuestro pensamiento en los últimos años de nuestra vida.
Una alimentación rica en carbohidratos, pobre en grasas saturadas y una ingesta adecuada de fibra, vitaminas ( E, C, D, ácido fólico y betacarotenos) y minerales (selenio y hierro) es esencial para mejorar la calidad de vida e incluso regenerar la salud cerebral.
De forma práctica podemos resumir cómo algunos experimentos han demostrado que la ingesta adicional de tres piezas de frutas y hortalizas diarias reducen un 22% el riesgo de ictus, así como el consumo de niveles altos de colesterol presentes en la bollería industrial, lácteos o carne, estimula la producción de betaamiloides presentes en el alzheimer, y cómo las personas que presentaban cantidades altas de ácido fólico (verduras de hoja verde) en sangre tenían un riesgo 3 veces inferior de desarrollar alzheimer.
Disfrutar de los placeres que nos aguardan en el futuro será complicado sino cuidamos lo único que es seguro nos acompañará durante el trayecto, nuestro cuerpo. Ya conocemos que la felicidad mental que nos augura en el futuro debería ser mayor.
Y que a pesar del deterioro celular, es durante la vejez donde utilizaremos todos nuestros recursos mentales aprendidos para obtener soluciones y adaptarnos a situaciones de todo tipo, para finalmente expresar una sonrisa con mayor felicidad.
Tu fisiología te pulirá la llave de la felicidad con el paso del tiempo, pero la genética no perdona e irá deteriorando tu interior con el paso de los años. Pon en tu mano todo lo posible para retrasar el deterioro celular y coleccionar alegrías. El secreto de la felicidad es multifactorial, pero no cabe duda de la relevancia que esconde tu nevera.