Por el contrario, en la halterofilia, a los deportistas no les importa tanto el tiempo que se tarde en levantar el peso, sino que persiguen aumentar los kilogramos levantados.
Entre los años 80 y 90 aparecieron los primeros estudios que nos revelaron que hacer cargas más lentamente de lo que se puede activará e hipertrofiará las fibras lentas, lo que dificultará la activación rápida concéntrica, dando lugar a una disminución de la rapidez en la producción de fuerza muscular (Tihany, 1989)
Si la finalidad es aumentar el tamaño de las fibras más explosivas deberás hacer la primera fase de forma rápida. En pocos segundos, si la intensidad es elevada, conseguirás reclutar la mayor parte de tus fibras tipo II o anaeróbicas, encargadas de levantar mucho peso a mucha velocidad en poco tiempo.
Por el contrario, la fase negativa o de descarga debe ser lenta. Puedes variar estos tiempos para romper la monotonía y cambiar estímulos necesarios para seguir activando diferentes fibras musculares y por consiguiente, tu masa muscular siga prosperando.