1) Cuando la gente conoce a otras personas que son atractivas y están libres, son más propensas a sucumbir a la tentación.
2) Las personas que ya han tenido ‘affaires’ saben que pueden volver a ocurrir.
3) Los que ya lo han hecho alguna vez son más propensos a aceptar la infidelidad.
4) Los que participan en ella se convencen de que está bien con el fin de disminuir sus conflictos internos.
5) Por lo tanto, engañar a tu pareja una vez conducirá a que se repita, pues los esfuerzos por aliviar ese choque interior pueden dar lugar a una mayor aceptación del adulterio para integrar esta conducta en la visión de uno mismo.
6) Para algunos, este comportamiento puede llevarlos a abordar problemas subyacentes y alterar su conducta y creencias y de nuevo llegar a valorar el engaño como algo inaceptable.
Cuando alguien se ha acostado con otra persona fuera de las relaciones maritales, es más probable que sean infieles de nuevo