Nuestra experiencia no nos va a ayudar, cada pareja que aparezca en nuestra vida va a tener una manera de llegar al orgasmo distinta
El primer paso consiste en tener claro que no es posible leer mágicamente la mente de nuestra compañera, por lo que se hace necesario volver al punto anterior: hay que hablar y aprender… y aprender significa saber escuchar. Que la chispa funcione es cuestión de dos y no está mal descargar responsabilidades, pues si nuestra pareja no es clara, nosotros tampoco tenemos por qué ser adivinos.
Pero cuidado, no caigas tampoco en el error de que la comunicación se tenga que dar sólo con la lengua, pues tu chica habla (¡y mucho!) con su cuerpo. En ese sentido, es bastante más arriesgado actuar desde el principio con la brusquedad y con la violencia que a veces se produce por la propia dinámica del encuentro. Iniciar lentamente y adaptarse al ritmo que la situación vaya pidiendo es una buena recomendación y otra manera de escuchar lo que ella te está diciendo a través de otros medios.