En materia de colores, ante todo intenta huir de las prendas blancas o en tonos muy claros, ya que en seguida evidencian las marcas de sudor. Por lo demás, adáptate a la época del año: colores más oscuros en otoño/invierno y más vivos en primavera/verano.
Cuidado con los calcetines. Siempre deben ser deportivos, ya que se elaboran con los materiales adecuados para contrarrestar el sudor. A nivel de estilo, discretos y, sobre todo, ten en cuenta algo básico: cuando lleves pantalones cortos, nunca deben ser altos, como mucho que queden al nivel del tobillo, incluso existen modelos que no sobrepasan la misma zapatilla.
En las zapatillas la libertad es absoluta en cuanto a colores y formas, aunque valora que colores básicos como el blanco o el negro serán más agradecidos a la hora de combinarlos.
Así pues, a partir de ahora dedica un par de minutos a preparar tu bolsa para ir al gimnasio. Recuerda que no todo vale. No olvides la toalla, los guantes, las chanclas para el vestuario y, si haces algo de natación, ten en cuenta que el bañador debe ser especializado, nunca utilices un bañador de playa. Una vez vestido, lo demás ya es cuestión de constancia, esfuerzo y disciplina.